Lesiones típicas de vacaciones
¡Hola a todos, soy Adri y hoy hablaremos de las lesiones típicas que se producen en verano y cómo evitarlas!
El verano es sinónimo de descanso, viajes y nuevas experiencias. Sin embargo, también es una época en la que aparecen lesiones relacionadas con actividades poco habituales, cambios de rutina y, por qué no decirlo, algún que otro exceso. Conocer cuáles son las más frecuentes y cómo prevenirlas te ayudará a disfrutar sin que el dolor arruine tus días de descanso.
1. Torceduras y esguinces de tobillo
Caminar descalzo por la arena, practicar deportes de playa o pasear por terrenos irregulares puede aumentar el riesgo de torceduras. Cómo prevenirlo:
– Usa un calzado adecuado cuando vayas a caminar largas distancias.
– Haz un pequeño calentamiento antes de realizar actividades en la arena o en superficies inestables.
– Refuerza la musculatura del tobillo con ejercicios de equilibrio durante el año.
2. Dolor lumbar en viajes largos
Pasar horas sentado en coche, avión o tren puede provocar rigidez y sobrecarga lumbar. Cómo prevenirlo:
– Haz pausas activas cada 1-2 horas para estirar y caminar.
– Utiliza un cojín o apoyo lumbar si sabes que el asiento será incómodo.
-Evita llevar equipaje excesivamente pesado: reparte el peso en varias maletas o mochilas.
3. Lesiones en hombros y cervicales
Dormir en camas poco adaptadas, cargar maletas pesadas o adoptar posturas inadecuadas en una simple sobre mesa son causas frecuentes de dolor cervical y problemas en los hombros. Cómo prevenirlo:
– Intenta mantener una postura erguida al cargar maletas, doblando las rodillas y usando las piernas.
– Ajusta la almohada en función de tu postura al dormir.
– Sé consciente de tu postura en todo momento e intenta no pasar mucho tiempo sentado e inactivo.
4. Sobrecargas musculares por actividad repentina
Durante las vacaciones solemos hacer actividades que no realizamos en la rutina diaria: largas caminatas, deportes acuáticos, rutas en bici… Eso puede generar sobrecargas en piernas y espalda. Cómo prevenirlo:
– Incrementa la actividad de forma progresiva.
– Escucha a tu cuerpo: el cansancio es una señal de alerta.
– Estira al final del día, aunque solo sea durante 5 minutos.
El verano no tiene por qué ser sinónimo de lesiones. Con pequeños hábitos de prevención —como calentar, hidratarse bien, respetar los descansos y cuidar la postura— puedes reducir notablemente el riesgo de molestias. Y si, a pesar de todo, aparece el dolor, estoy seguro de que tu fisioterapeuta puede ayudarte a recuperarte y a volver a disfrutar al máximo.



